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sábado, 19 de mayo de 2012

Cuéntame, ¿tu orgullo te besa mejor que yo?


Te mira, quiere hablarte pero no es capaz de hacerlo, ni una sonrisa, nada. Sé que se muere de ganas de abrazarme, de besarme, de hablarme y hacerme reír, sin embargo no lo hace. Se queda esperando una palabra mía, un gesto mío. No mueve un dedo por arreglar nada, y si estamos mal, ya con el tiempo se solucionará, pero mientras, ¿si yo no le hablo, no me habla?, perdemos el tiempo, y lo siento, pero no estoy dispuesta a hacer como si fuéramos dos extraños. 
Dos extraños que se conocen muy bien... 

Odio el orgullo.

domingo, 6 de mayo de 2012

Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.

De mil veces que lo he dicho, lo diré mil y una más, hasta que me canse de todo, hasta que no exista sentimiento alguno por él, y estoy segura de que ese día no va a llegar nunca.
Puedo ser una pesada, pero solo quiero que a todo el mundo le quede claro, de que lo quiero porque él me hace feliz, porque me hace sentir bien, porque me hace sentir una de las alegrías mas grandes de su vida, porque eso hace que me encante aún más. Porque me vuelve loca, si si... LOCA. Porque puede que lo esté, es más, todos dicen que lo estoy, pero él me vuelve aún mas de lo normal. Porque sí, porque esto es así, porque hay que disfrutar ahora que lo tengo, porque tengo que disfrutar de que me quiere, de que lo quiero, de que este sentimiento tan común entre la gente y poco común entre nosotros dos no se gaste, y lo juro, que mientras no se gaste, haré todo lo posible para estar con él, día tras día, minuto a minuto, susurrándole al oído que lo necesito, que es mi droga favorita, que es mi sustancia preferida, que es mi reloj, mi tiempo, y que con ese tiempo, se va convirtiendo en mi vida.

...

- Coge el vaso
+ Vale
- Tíralo al suelo y mira lo que ocurre
+ Se ha roto, ¿Y qué? ¿Que me quieres demostrar con esto?
- Escucha, ahora pídele perdón y dime, ¿vuelve a estar como antes?
+ No...
- Por fin me comprendes.