Seguidores

lunes, 10 de febrero de 2014

cuestión de necesidad.

Todo el mundo conoce las siete maravillas,
y dejadme que os diga que tengo la suerte de tener en mi vida la octava;
un poco menos conocida,
pero la que mis labios reconocen a la perfección.

Y me dirijo a tí.

Maravilla, porque cuando despierto a tu lado me siento la persona más afortunada del mundo,
porque no hay nada más bonito que simplemente cerrar los ojos un minuto
para después abrirlos,
y volverte a ver.

No hay nada más maravilloso, que cuando me abrazas,
cuando te veo después de tanto tiempo,
y hasta la sensación que me produces cada vez que te alejas con la esperanza de que te des la vuelta y nunca me sueltes.
Cuando pienso: "Ahí va la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida".


Tú, que me enseñaste la palabra necesitar,
necesitarse,
necesitarnos.
Y que me encanta que cada vez que me besas,
o me miras,
o te ríes mirándome a los ojos,
me recuerdes por qué te considero una de las personas más maravillosas de este mundo:
Porque llegaste a mi vida para permanecer a mi lado,
en mi hombro,
en mis brazos,
en mi cabeza,
y en mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario