Ya no necesito tus buenos días.
Ya no te necesito.
Ni las sonrisas que me hacían soñar, y que eran tuyas.
Quizá me hacía falta un respiro, una bocanada de aire para reunirme de valor,
y derramar el vaso que estaba a punto de colmarse con la última gota que iba a llenarlo.
Con la que tú ibas a llenarlo.
Pero no, esta vez no.
Ya no me importas.
Quién sabe. A lo mejor me arrepiento.
A lo mejor piensas que estoy loca, tonta, dejándote atrás.
Pero ven y mírame.
Ya me das igual.
me encanto ojala hubieras escrito esto hace 8 años jajajaja sigue asi
ResponderEliminar